martes, 26 de agosto de 2014

Carta de Despedida


Estoy manchado, el día me asfixia, un magnetismo negativo me repele y ya solo respiro en el aire del crimen. Dicen, ancha es la puerta que lleva a la mierda. Ya he estafado toda oportunidad y perdón, me he aprovechado de todos los engaños, no hay paso atrás… El infierno es seguro.

Deliriosa y desdichada Alma:
¡Oh Alma mía¡ abandóname de una vez. No hay perdón, no hay bondad, ni verdad: ¡ Te he condenado, única esperanza¡. Y sin embargo, aún lo vuelves a decir:

Nunca es tarde
Siempre puedes empezar de nuevo
Te perdonaré

¡Oh Alma mía¡ si solo supieras la mitad de todos mis pecados. En nuestra cama, por ejemplo, me he acostado mil veces con la Lujuria, la Vanidad, el Adulterio, etc.. yo mismo he seducido a la mentira y me he acostumbrado a dormirme desnudo en sus pechos.

¡Oh Alma mía! Te he condenado. Hay días en que voy a visitarte, y el brillo de tus ojos me miran como la mujer desahuciada en el hospital, entonces tu susurro que fluye como una luminosa música casi olvidada, vuelve a conmoverme con esos pedazos de cuentos de niños que se escapan de tus labios.

Autor: Angel Fuentes

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